Las matemáticas no son una ciencia.
Ser mujer es un tema polémico y otras cosas que habría que reflexionar.
Apenas ayer escuché a alguien decir que las matemáticas no son una ciencia. Una de las cosas que mencionaba, además, era que cuando se piensa en ciencia se piensa en biología, química, física, ciencias naturales y esas cosas más interesantes donde uno es empírico y se ensucia las batas.
Sí, a menudo se habla de las matemáticas más como una herramienta, incluso como un problema, un dolor de cabeza, una piedra en el zapato con la que hay que lidiar para llegar a la ciencia de verdad.
No entraré en argumentos alocados, pero me gustaría enfatizar que la ciencia puede ser vista desde varios puntos y uno de ellos, que me parece negativo, es el punto de vista del dogmatismo, cuando se habla de LA CIENCIA con mayúsculas, como si fuera la única, inmutable, eterna, perfecta, tallada en piedra (o peor, forjada con adamantium o alguna otra cosa todavía más indestructible).
La ciencia, como todo tipo de conocimiento, cambia constantemente. No de hoy para mañana, quizá no de este año para el siguiente, pero es un hecho que ha cambiado constantemente durante los últimos siglos y, por lo mismo, creo que lo seguirá haciendo.
Decir lo contrario es tener el ego muy grande. ¿Qué clase de ser humano súper perfecto e inteligente habríamos de haber creado como para hacerse de una ciencia tan perfecta que ya no pueda cambiar?
“Es de sabios cambiar de opinión”, dice la sabiduría popular.
En ese sentido, la verdad, me da lo mismo si dicen que las matemáticas son o no son una ciencia. Porque sí, al final, las matemáticas que más me interesan a mí, son aquellas que podemos aplicar a la vida cotidiana (o sea, prácticamente todas las matemáticas, simplemente vistas de una manera ligeramente diferente). Y en ese sentido las veo como una herramienta. Lejana, si quieren, de la ciencia, pero sobre todo lejana del ego de unos cuantos.
¿Y qué tiene que ver el ser mujer con todo esto?
Recién comenzó el mes y yo lancé una pequeña campaña orientada a jóvenes mujeres, con motivo del próximo Día Internacional de la Mujer. ¿Mis razones? Soy mujer y soy matemática.
Me gustaría que más niñas y adolescentes se acercaran a las matemáticas y, si yo puedo ayudarlas a ver esta rama de estudio con más interés, ¿por qué no habría de hacerlo?
Pero, qué curioso, esta campañita ha sido mal recibida. Facebook de entrada me alertó con el aviso de que mi publicación toca “temas sociales o políticos” y no tengo las credenciales para hacerlo. Me sentí confundida, ¿qué es exactamente lo que está “mal”? ¿Luchar por la equidad? ¿Buscar llevar las matemáticas a más jóvenes? ¿Qué tipo de credenciales se pueden necesitar para esto? La plataforma tiene sus “políticas” y no permite objetar así que no puedo hacer mucho (al menos por esa vía).
Después busqué compartirla con la comunidad científica, porque, según yo, las matemáticas son parte de la ciencia. Pero en dos grupos se me censuró la publicación. ¿Los requisitos de publicación? Que el tema se relacione con la ciencia.
Entonces recordé el comentario de ayer y pensé que sí, quizá las matemáticas no son una ciencia. Nada tendría que ver que los administradores de los grupos fueran más de un 90% de género masculino. No, no, es porque las matemáticas no son una ciencia. Debe ser eso, ¿no? Porque estamos en el siglo XXI, donde el ser humano es casi perfecto, tan sabio, tan listo, tan semidios.
Algo que a mucha gente llama la atención es que a Aristóteles, siendo tan observador y metódico, se le pasaran algunas revisiones obvias (respecto al género femenino), pero resulta tener sentido porque él vivía en el contexto de una Grecia machista. Hace más de dos mil años, claro, es “comprensible”, la antigüedad y así. No importa qué tan obvio fuera algo, existía la barrera física del género que simplemente le impedía ver a una mujer, pero se dedicó a hacer análisis muy minuciosos del desarrollo embrionario en huevos, por ejemplo.
Vale, dejaré de hastiar a mis pequeño público lector. Comparto por este medio la misma campañita, si tú conoces a alguna joven mujer que pueda necesitar esta oportunidad, por favor compártelo. Las sesiones que regalaré (para tres chicas) llevan el sello de una nueva metodología que he desarrollado bajo el nombre MATH-pi, en próximas ocasiones estaré platicando de qué se trata y por qué creo que vale la pena para hacer Matemáticas para la vida.
Con cariño,
∞ Miss Pili ∞
La campaña
Como parte de la lucha por la igualdad de género, y con motivo del próximo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, estoy ofreciendo, de manera totalmente gratuita, una sesión de diagnóstico (enfocada a la mejora del aprendizaje en matemáticas) para tres jóvenes mujeres.
¿En qué consiste la sesión de diagnóstico?
Se trata de una entrevista vía Zoom, donde te ayudaré a identificar algunos de los motivos que te han traído a esta situación y las posibles estrategias de solución. Te entregaré el resultado de ese primer diagnóstico para que no lo pierdas de vista y para que analices con detenimiento las acciones que tomarás para mejorar tu desempeño.
¿Qué necesitas para participar y ganar este beneficio?
Si cumples los requisitos:
Eres mujer.
Estudias la educación media (o tener entre 12 y 18 años).
Presentas dificultades en tu desempeño en la materia de matemáticas.
Regístrate en el siguiente enlace
https://misspili.com.mx/8-de-marzo
El registro cierra a las cero horas del día 8 de marzo y la elección se realizará al azar.
Si conoces a una joven mujer que pueda necesitar este apoyo, compártele la información.